
Para entender la situación y complejidad de la empresa familiar en 2024, podemos comenzar con la definición de la Business Families Foundation de Canadá, que sostiene que «una empresa familiar es creada y controlada por miembros emparentados mediante vínculos de sangre, matrimonio o adopción, y en conjunto desarrollan iniciativas para hacer crecer el patrimonio familiar». A esto se debe añadir el concepto de perdurabilidad, es decir, «mantener el propósito de darle continuidad a través de las siguientes generaciones familiares».
En México, el 90% de las empresas son familiares, según datos recientes del Instituto de Familias Empresarias del Tecnológico de Monterrey (IFE). Sin embargo, el 55% no sobrevive a la primera generación, mientras que solo el 30% logra pasar a la segunda y apenas el 5% llega a la tercera generación (Fonseca, 2022; INEGI, 2023). Estos altos niveles de mortandad empresarial suelen deberse más a problemas familiares que a dificultades estrictamente empresariales. Según el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) de España, el 85% de los fracasos en las empresas familiares están relacionados con conflictos internos (IEF, 2023).
Los retos clave que enfrentan estas empresas incluyen la continuidad generacional, que involucra una cuidadosa planificación e implementación de la sucesión, la profesionalización de la gestión (establecer estructuras organizacionales sólidas) y el desarrollo de procesos de innovación tecnológica y de gestión para mantener la competitividad y sustentabilidad (BBVA/IPADE, 2024)
Además, las empresas familiares deben enfrentar los retos de la diversificación y la internacionalización, factores claves para competir en un mundo cada vez más globalizado. La profesionalización en estos aspectos no solo permite que las empresas sobrevivan a las transiciones generacionales, sino que también les brinda ventajas competitivas importantes en sus mercados.
Las ventajas del modelo de empresa familiar incluyen el sentido de pertenencia y el orgullo por el negocio familiar, lo cual promueve un fuerte compromiso y responsabilidad por parte de los miembros de la familia. Este modelo también permite una planeación a largo plazo y la creación de una cultura estable, elementos que refuerzan la identidad y competitividad de la empresa. Sin embargo, uno de los aspectos más valiosos es que la empresa familiar está fundamentada en valores familiares que se transmiten de generación en generación, proporcionando cohesión y un marco de referencia para la toma de decisiones.
El desafío mayor para estas empresas es superar los conflictos familiares y crear mecanismos para prevenir y solucionar problemas, como los que surgen en el proceso de sucesión. Este último es un proceso largo y complejo, que debe ser planificado y estructurado para garantizar la continuidad de la empresa y la unidad familiar, aprovechando tanto la experiencia generada como los nuevos conocimientos adquiridos (Citibanamex, 2022).

Además, las empresas familiares deben enfrentar los retos de la diversificación y la internacionalización, factores claves para competir en un mundo cada vez más globalizado. La profesionalización en estos aspectos no solo permite que las empresas sobrevivan a las transiciones generacionales, sino que también les brinda ventajas competitivas importantes en sus mercados.
Las ventajas del modelo de empresa familiar incluyen el sentido de pertenencia y el orgullo por el negocio familiar, lo cual promueve un fuerte compromiso y responsabilidad por parte de los miembros de la familia. Este modelo también permite una planeación a largo plazo y la creación de una cultura estable, elementos que refuerzan la identidad y competitividad de la empresa. Sin embargo, uno de los aspectos más valiosos es que la empresa familiar está fundamentada en valores familiares que se transmiten de generación en generación, proporcionando cohesión y un marco de referencia para la toma de decisiones.
El desafío mayor para estas empresas es superar los conflictos familiares y crear mecanismos para prevenir y solucionar problemas, como los que surgen en el proceso de sucesión. Este último es un proceso largo y complejo, que debe ser planificado y estructurado para garantizar la continuidad de la empresa y la unidad familiar, aprovechando tanto la experiencia generada como los nuevos conocimientos adquiridos (Citibanamex, 2022).