El liderazgo continúa siendo influenciado por experiencias previas, el entorno y las circunstancias. Sin embargo, los líderes exitosos destacan por su capacidad de adaptarse y combinar diversos estilos, según el contexto y las necesidades de sus equipos.
Los estilos de liderazgo más reconocidos son:
- Liderazgo Autocrático: Control total del líder, quien dicta las acciones. Funciona en situaciones críticas, pero a largo plazo puede desintegrar el equipo.
- Liderazgo Participativo: Se escuchan las opiniones del equipo, mejorando las relaciones y fomentando la colaboración a largo plazo.
- Liderazgo Burocrático: Sigue reglas estrictas y procesos definidos. Aporta seguridad, pero puede reducir la eficiencia.
- Liderazgo Carismático: El líder motiva y contagia entusiasmo, inspirando al equipo a obtener resultados y a mantenerse integrado.
- Liderazgo «Dejar ser»: Permite la libertad del equipo para autogestionarse, funcionando solo con equipos maduros y sistemas claros de comunicación.
- Liderazgo Delegativo: El líder delega y confía en que el equipo tiene la capacidad para actuar sin supervisión constante.
- Liderazgo Informal: Surge naturalmente por experiencia o capacidad, sin estar formalmente asignado. Puede ser fomentado por líderes formales para aprovechar talentos ocultos.
- Liderazgo Orientado a las Personas: Fomenta relaciones cercanas y armonía dentro del equipo, favoreciendo la integración y el empoderamiento.
- Liderazgo Orientado a la Tarea: Se enfoca en el cumplimiento de objetivos y tareas, priorizando resultados por encima de las relaciones.
- Liderazgo Situacional: El líder adapta su estilo según la situación, combinando elementos de otros estilos para obtener los mejores resultados posibles.
- Liderazgo Transaccional: Basado en acuerdos con el equipo, se enfoca en recompensas o correcciones según el desempeño.
- Liderazgo Transformacional: El líder actúa como coach, buscando el desarrollo y la mejora constante del equipo, potenciando tanto el crecimiento individual como el colectivo.

En definitiva, el mejor estilo de liderazgo es aquel que se adapta al líder, su equipo y el contexto. Líderes como Jack Welch sugieren principios como: poner a las personas correctas en el lugar adecuado, crear una atmósfera efectiva y divertida, y no subestimar a nadie, para maximizar el éxito del equipo.